
Tenía que ser él. No le servía este, ni el otro, ni aquel. Estaban genéticamente programados para que todo fuese perfecto. Lo conoció como en los cuentos; cinco segundos, una mirada, una sonrisa y el gentío de una gran ciudad que le hizo desaparecer. Ella se casó, él no fue capaz. Pero los dos se buscaron sin saber porqué. Alguien les dijo que aquel amor tan fuerte ya existía desde antes de nacer.
meca nuestro compi de clase,jajaja!que guay.
ResponderEliminarTengo que andar mas por aki... mira lo que me estaba perdiendo... xD
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