
Quizás él fué el único que a lo largo de la vida nunca me dejó sola. Como un amigo más, festejó todas mis victorias en el jardín de mi casa. Cuando llegaron los malos momentos y el jardín se quedó vacío, él seguía allí, recordándome que al menos para él, yo seguía siendo importante.
¡Si que es el mejor amigo del hombre eh!
ResponderEliminarUn beeeeeeso
Son los mejores! Siempre ahí y como no hablan no dicen cosas malas!
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