
Soñaba con ser princesa, pero se equivocó de príncipe, y terminó convirtiéndose en sirvienta. Todas las noches subía a la torre más alta y admiraba la belleza de todo cuanto la rodeaba. Eran aquellos momentos los que en secreto le susurraban al oído que el mundo, según la ventana por la que se mire, podía ser algo maravilloso.
Todo depende del cristal con que miras...:)
ResponderEliminarGracias por visitarme =)
ResponderEliminarMe encanta chicas!!!! xD
ResponderEliminarBesinos
Netto